jueves, 30 de mayo de 2024

Aumentaron conductas autolesivas durante y después de la pandemia


Gaceta UNAM

Numero 5479

30 de mayo del 2024

Ciudad Universitaria


De acuerdo con investigaciones científicas, se registra un patrón claro de ansiedad y depresión que aumentó durante los años de la pandemia por Covid-19, y una tendencia que sugiere que se ha incrementado, aún en los años posteriores a la emergencia sanitaria, entre niños, adolescentes y adultos jóvenes, resaltó Marcos Rosetti Sciutto, investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO) de la UNAM.


El aumento de conductas autolesivas, sobre todo entre mujeres adolescentes a finales de 2021 es preocupante, y tal vez obedece al regreso a las escuelas. “Tanto entrar como salir de un aislamiento social puede haber resultado en un evento disparador para este tipo de conductas”. Por ello, es necesario implementar un monitoreo de la salud mental al terminar una pandemia, porque sus efectos prosiguen.


Además, se encontró que, en niños pequeños, los signos de alerta del neurodesarrollo son mayores tras la crisis sanitaria; de ahí la importancia de detectar esos casos y efectuar, lo más temprano posible, intervenciones que permitan corregirlos, en caso de ser viable.


Al participar en el seminario institucional La salud mental de niños y adolescentes antes, durante y después de la pandemia por Covid-19, el responsable de la Unidad Periférica del IIBO en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, señaló que las investigaciones que ha realizado en colaboración con personal del Hospital Psiquiátrico Infantil Dr. Juan N. Navarro (HPIJNN) ofrecen una serie de perspectivas sobre los efectos de esa crisis sanitaria en la salud mental de los sectores más jóvenes de la población.


Aquel fue un evento traumático para todos; el responsable fue el virus SARS-CoV-2 que causa un síndrome respiratorio agudo. En México, la pandemia inició en marzo de 2020 y se declaró por terminada en mayo de 2023, recordó.


Globalmente, rememoró el experto, perecieron alrededor de ocho millones de personas, aunque de acuerdo con ciertas estimaciones pudieron ser hasta 33 millones; “hubo una pérdida económica impresionante de empleos e ingresos, y enormes efectos sobre la salud mental”.


Hoy, muchos trabajos hablan de una pandemia concurrente pero oculta, y se ha reportado en el ámbito internacional y específico, incrementos de ansiedad y depresión, trastornos del sueño, suicidio, abuso de sustancias y estrés postraumático, con múltiples causas, entre ellas, el aislamiento social, la vulnerabilidad, conflictos familiares así como las pérdidas humanas y materiales.


El caso mexicano tiene su propio escenario y particularidades; aquí tuvimos casi ocho millones de contagios, y alrededor de 300,000 decesos reportados, aunque las cifras de muerte en exceso plantean que fueron muchos más, alrededor del doble.


Además, destacan un par de datos: México tuvo el periodo más largo de cierre de la educación presencial de todos los países que forman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, con 17 meses, y el mayor número de huérfanos de ambos padres. Es decir, la pandemia le pegó en particular al grupo de infantes, adolescentes y gente joven.


Al hablar de un primer proyecto relativo a ansiedad y depresión en esos grupos de edad, a cargo de Rosa Elena Ulloa, responsable de la Unidad de Psicofarmacología del Desarrollo en el HPIJNN, refirió que durante el confinamiento se lanzó un cuestionario en línea a personas de entre 8 y 24 años de toda Latinoamérica, el cual estuvo abierto de 2020 a 2021.


“Se encontró un patrón consistente a lo largo de los resultados. En general, las mujeres siempre punteaban más en todas las medidas de estrés, para las niñas y adolescentes, por ejemplo, un detonante fue perder el contacto con pares.”


En las estrategias de afrontamiento se vio una tendencia clara por edad; así, el uso de sustancias se elevó entre los adultos jóvenes, y en adolescentes se incrementaron las autolesiones no suicidas.


De esa muestra, detalló el especialista, tomamos una submuestra y nos enfocamos en estudiantes de ciencias de la salud; casi la mitad de ellos resultó deprimida o ansiosa, y quienes más presentaban esas condiciones era por la preocupación de que alguien cercano se contagiara de Covid.


Las personas con más depresión, ansiedad y registro de uso de sustancias, también eran las más estresadas, añadió Marcos Rosetti en el Auditorio Dr. Alfonso Escobar Izquierdo.


En otro estudio, de patrones de ansiedad y depresión en México durante 12 meses de pandemia, se contó con 2,345 participantes, 66 % del sexo femenino. Se encontró casi 50 % de prevalencia de esos trastornos en la muestra y al menos en ese lapso, la tendencia continuó.


También se estudió la prevalencia de autolesión no suicida en el servicio de urgencias del HPIJNN, en un proyecto de Patricia Zavaleta, jefa de la División de Investigación en ese nosocomio.


“Se observó que las autolesiones dejaron de ser en la escuela (porque no estaban asistiendo) y la casa (porque estaban presentes sus papás); casi todos reportaron otro lugar, al parecer se salían de sus hogares”. Además, los métodos de lesiones también cambiaron: bajaron los cortes y subieron los autogolpes casi al triple en los años de pandemia, en comparación con 2019, concluyó.



Fuente: Romero Mireles, Laura Lucia. “Aumentaron conductas autolesivas durante y después de la pandemia”. Gaceta UNAM, 30 mayo 2024, p 26, núm 5479. Recuperado de: https://www.gaceta.unam.mx/aumentaron-conductas-autolesivas-durante-y-despues-de-la-pandemia 

La UNAM impulsará la innovación aeroespacial

Gaceta UNAM

Numero 5479

30 de mayo del 2024

Ciudad Universitaria


El certamen científico de satélites enlatados reunió a más de 120 equipos de 50 instituciones de educación superior de 12 países



Foto: Francisco Parra.

El primer Mundial CanSat 2024 de la UNAM de satélites enlatados, que reunió a más de 120 equipos de 50 universidades, provenientes de 12 países, fue un desafío que puso a prueba habilidades, saberes, y fomentó el aprendizaje práctico, la inspiración para la innovación y el trabajo colectivo.

Así lo afirmó el rector Leonardo Lomelí Vanegas, al presidir la ceremonia de premiación de este curso-concurso, y en el que se refrendó el compromiso de la Universidad Nacional de impulsar y difundir la educación y la innovación en el ámbito aeroespacial en el país y a nivel internacional.


Además, celebró los buenos resultados de ese encuentro que reunió a más de 700 universitarias y universitarios, quienes expusieron un nivel excepcional de competencia técnica, imaginación, compañerismo y evidenciaron “que el futuro espacial está en manos muy capaces”.


Ante los ganadores del certamen, el Rector subrayó: “La UNAM seguirá apoyando el desarrollo profesional, técnico y ético de las y los jóvenes, mediante la motivación y alimentando su curiosidad, además de brindarles herramientas para la búsqueda de respuestas, más allá de nuestro planeta y en la construcción de uno mejor”.


Acompañado por el director general de la Agencia Espacial Mexicana, Salvador Landeros Ayala, señaló que la industria aeroespacial no sólo crecerá y generará nuevos empleos, sino que además será una frontera para construir una conciencia de nuestro lugar en el universo. “Que este capítulo nos inspire a buscar la ética y el rigor para enfrentar estos desafíos”.


Lomelí Vanegas explicó que durante el concurso los equipos participantes enfrentaron el reto de diseñar, construir y lanzar un satélite enlatado, integrando sistemas de telemetría, sensores y mecanismos de aterrizaje seguro.


En el Auditorio Tlayólotl Ismael Herrera Revilla, del Instituto de Geofísica, el Rector recordó que la UNAM es pionera y protagonista en el progreso de la ciencia y la tecnología espaciales en México y en América Latina, labor que ha continuado a lo largo de varias décadas.



Ejemplo de ellos son las investigaciones sobre rayos cósmicos, el lanzamiento de satélites en los años 90, la creación de la Red Universitaria del Espacio, su participación en el Observatorio Mexicano del Clima, el monitoreo satelital para la calidad del aire, la reciente y fructífera visita de las autoridades de la NASA, y la misión lunar Colmena, entre muchos otros.


En su oportunidad, la coordinadora de la Investigación Científica, Soledad Funes Argüello, destacó que el Mundial CanSat 2024 forma parte de las acciones del Programa Espacial Universitario (PEU), que tiene como objetivos promover y apoyar la estructuración, difusión y puesta en marcha de programas docentes, multidisciplinarios e interinstitucionales que fortalezcan la formación de recursos humanos altamente capacitados.


El concurso, añadió, es una plataforma excepcional que permite a las y los jóvenes explorar el fascinante mundo de la tecnología espacial, y en el que demuestran su admirable nivel de compromiso y pasión por la ciencia, la ingeniería y la innovación.


“El reto de construir un satélite enlatado permite que cualquiera de nosotros ponga en práctica los puntos más importantes de las metodologías de gestión y ejecución de misiones espaciales, desde los objetivos de la misión, el diseño innovador, que aborde los distintos problemas y su construcción. Sin duda ponen a prueba las habilidades técnicas y científicas, nuestra creatividad y capacidad de trabajo en equipo”, resaltó.


De igual forma, el coordinador del PEU, José Francisco Valdés Galicia, rememoró que al CanSat le ha tomado tiempo madurar. Hace 10 años inició con 12 equipos que viajaron al Estado de México; en 2024, al estar ya consolidado, suman 120 los grupos participantes.


“Nos hemos convertido en un referente regional en el campo, colocándonos a la par de otros concursos multinacionales que se realizan en países más desarrollados. Todavía hay cosas que corregir y mejorar, pero las bases están firmes”, aseveró.


Además, recalcó que el evento es una experiencia sin par en la vida de los estudiantes, pues les demanda la concepción de un dispositivo original, su diseño, desarrollo y construcción.


El equipo ganador del CanSat 2024 fue Anahuac Space Force, de la Universidad Anáhuac Puebla, conformado por Metzi Zoe Andrade Machorro, Federico Alfonso Borjas Eleta, Diego Ramón Alva, Óscar Yamil Martínez Esper y Lesly Sulem Candanedo Dorantes.



Fuente: Hernández, Martha. “La UNAM impulsará la innovación aeroespacial”. Gaceta UNAM, 30 mayo 2024, p 3, núm 5479. Recuperado de: https://www.gaceta.unam.mx/la-unam-impulsara-la-innovacion-aeroespacial/

Aportan las juventudes nuevas visiones de cómo hacer política


Gaceta UNAM

Numero 5479

30 de mayo del 2024

Ciudad Universitaria


Debemos ser receptivos y abiertos a que intervengan en más ámbitos, así como escuchar sus preocupaciones y demandas: Luz María Cruz, de la FCPyS


El próximo domingo 2 de junio se realizarán elecciones en México. En éstas se elegirá a quien encabezará la presidencia del país, además de ocho gubernaturas, la Jefatura de Gobierno de Ciudad de México, 128 senadurías y 500 diputaciones federales, 31 congresos locales y ayuntamientos en 30 entidades. Más de 26 millones de jóvenes podrán acudir a votar, aunque ésa no es la única forma en que este grupo poblacional incide en la vida política nacional.


“Las juventudes y otros sectores participan de diversas maneras, no se restringen al ámbito electoral. Muchas veces se inscriben en el campo no institucional, como en manifestaciones o actividades dentro de sus comunidades”, comenta Luz María Cruz Parcero, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS).


Al hablar de la vida política de México se hace referencia a la capacidad de la ciudadanía de participar e intervenir en los asuntos públicos y de interés común, dice Luz María. En muchas ocasiones esa participación se reduce a la época electoral del país, en específico al ejercicio del voto, pero hay otras formas en que las y los jóvenes se involucran.


El Instituto de la Juventud determina que las personas jóvenes en México son aquellas de entre 12 y 29 años. Según el INEGI, este grupo representa el 30 % de la población nacional. “Ese porcentaje debe manifestar sus intereses, necesidades y preocupaciones en la vida política, social y comunitaria. Es necesario escucharles”.


Movimientos como el del 68 en México, el del 76 en Argentina, la Primavera Árabe, la cuarta ola del feminismo o las protestas universitarias por Palestina del 2024 son ejemplos de su participación e impacto.


Cruz Parcero señala que en distintos momentos las juventudes han dado visibilización a problemas que, desde otros ámbitos o desde la política institucional, no han tenido. “El movimiento del 68 fue primordialmente de jóvenes universitarios y representó un parteaguas para su inclusión democrática en los procesos de decisión ante un Estado muy autoritario”.


Su participación también está presente en espacios no tan visibles o no considerados en algunos estudios, como ocurre con las acciones que llevan a cabo para atender problemas al interior de sus comunidades.


De acuerdo con la Encuesta Nacional de Cultura Cívica 2020, el 78 % de las personas de entre 15 y 17 años; el 81.3 de 18 y 19, y el 83.2 de 20 a 29, tienen mucho o algo de preocupación o interés por los asuntos del país. “Esto nos habla de que no son apáticos, el punto es ver qué espacios de acción tienen, formales e informales. Desafortunadamente, en los congresos, como funcionarios o en los gobiernos, no hay una apertura total para ellos.”


La participación juvenil radica en la capacidad de incorporar nuevas ideas, visiones de cómo hacer la política, perspectivas de diálogo y la inclusión de demandas que se aborden en el espacio público, enfatiza la académica.


“Es fundamental que los sistemas de representación vean a las juventudes y dejen de obviar los temas que les interesan. Deben incorporarlas en las agendas y crear políticas públicas concretas que las beneficien.”


Conciencia comunitaria

De acuerdo con información del Instituto Nacional Electoral (INE), en la lista nominal de electores para 2024, 26 millones 59,618 personas de entre 18 y 29 años podrán ejercer su voto.


“Es una cantidad muy alta y tiene la capacidad de darle un giro a cualquier elección. Sin embargo, los jóvenes son quienes menos participan en los procesos electorales, en las votaciones. Hay que hacer mucho trabajo para revisar qué los desincentiva. Podemos mencionar algunos elementos, como la crisis de la democracia o que no se sienten representados en los partidos.”


Un estudio, realizado por el INE –con información estadística de las elecciones federales de 2018–, identifica que los niveles más bajos de participación o con mayor abstención electoral se registraron en los rangos de 19 a 34 años y de 80 o más.


Por ello, concluye Cruz Parcero, es necesario partir de la construcción de una cultura cívica. “Es preciso crear conciencia comunitaria de que si participamos en todos los niveles: escuela, comunidad y casa, podemos mejorar las condiciones de nuestro entorno. Debemos ser receptivos y abiertos a que las juventudes intervengan en más ámbitos, así como escuchar sus preocupaciones y demandas. Ése es el mejor ejercicio para promover una participación en los espacios de representación”.



Fuente: Valencia, Ilse. “Aportan las juventudes nuevas visiones de cómo hacer política”. Gaceta UNAM, 30 mayo 2024, p 11, núm 5479. Recuperado de: https://www.gaceta.unam.mx/aportan-las-juventudes-nuevas-visiones-de-como-hacer-politica/

El voto juvenil, entre lo racional y lo emotivo


Gaceta UNAM

Numero 5479

30 de mayo del 2024

Ciudad Universitaria


“Los jóvenes que irán a las urnas el próximo domingo están muy bien informados de lo que pasa en el contexto electoral mexicano”: Enrique Pérez Reséndiz, del Seminario de Investigación en Juventud


De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), 98 millones 422,731 ciudadanos podrán votar en las elecciones que habrán de celebrarse el próximo domingo 2 de junio en México. De ellos, 26 millones son jóvenes de 18 a 29 años, lo cual convierte a este segmento de la población en el más numeroso del listado nominal.


¿Qué tan informados de las elecciones y los candidatos están los jóvenes mexicanos? Enrique Pérez Reséndiz, investigador del Seminario de Investigación en Juventud de la UNAM, opina que, a diferencia de lo que ocurrió en otros procesos electorales, en el actual –probablemente el más seguido y monitoreado de la historia del país–, los jóvenes han tenido acceso a una enorme cantidad de información referida no sólo a la elección presidencial, sino también a las elecciones locales, así como a los candidatos y sus propuestas y programas de gobierno.


“Y en esto, las plataformas sociodigitales han desempeñado un papel fundamental. Incluso, gracias a ellas, los jóvenes han podido conocer diferentes aspectos de la vida personal de los candidatos y, asimismo, los errores que han cometido y los escándalos en los que se han visto involucrados. Cabe señalar que estos elementos no constituyen el factor principal para decidir por quién votarán, pero sí les proporcionan más argumentos para hacerlo en uno o en otro sentido. En suma, los jóvenes que votarán el próximo domingo 2 de junio están muy bien informados de lo que pasa en el contexto electoral mexicano.”


A decir de Pérez Reséndiz, el advenimiento de la web 2.0 permitió que el flujo de comunicación política cambiara y que las campañas políticas de hoy en día sean muy distintas de lo que fueron en el pasado.


Ilustración: Andrés Otero.

“Actualmente es imposible pensar en una campaña política sin el uso de las plataformas sociodigitales, porque éstas se han convertido en un canal de comunicación bidireccional. Cualquier individuo que quiera hacer política o que trabaje en una campaña política debe tener claro esto. Si no es así y no sabe cómo utilizar las plataformas sociodigitales, está perdido, porque éstas han transformado el modelo de lo que debía ser una campaña política.”


¿El voto de los jóvenes será razonado o emocional? ¿Votarán a favor de alguien porque ha hecho propuestas viables, sólidas, estructuradas, o votarán en contra de alguien porque simple y sencillamente les cae mal? El investigador universitario responde: “Yo creo que, al emitir su voto, los jóvenes, como los otros grupos etarios, combinarán lo racional con lo emotivo. Por lo general se considera que la política es la elección racional por excelencia, cuando los procesos históricos y diversos análisis e investigaciones sugieren que quizá sea la actividad humana más emocional. Entonces, la decisión que los jóvenes –y los adultos y ancianos– tomarán el próximo domingo 2 de junio obedecerá a múltiples razones. Algunas de ellas tendrán que ver con una carga emotiva derivada de la decepcionante ineficacia de una coalición o un partido, y otras pasarán por un análisis de las propuestas de los candidatos, de su capacidad, de su trayectoria… Además, México es un país donde aún prevalece una deuda histórica con los jóvenes, y este factor también podría pesar a la hora en que éstos vayan a votar”.


Desde hace tiempo se repite una y otra vez que los jóvenes están desencantados de la política y que por eso son apáticos. Acerca de esta aseveración, el investigador apunta: “Es un mito. Los procesos electorales, por lo demás, no son la única vía para participar en la política. Muchos jóvenes hacen cosas fuera del espectro institucional, del entramado partidista: se involucran en asuntos relacionados con el reconocimiento de las diversidades sexogenéricas, el medio ambiente o los conflictos internacionales, como la guerra en Palestina. Si prestamos atención, nos daremos cuenta de que hay un montón de expresiones juveniles de activismo político”.


Su participación “debe extenderse mediante otras acciones, como vigilar el proceso poselectoral y exigir a los candidatos ganadores, independientemente de las filias y fobias políticas de cada quien, que cumplan lo que prometieron. La política va más allá de las elecciones del próximo domingo”, concluye Pérez Reséndiz.




Fuente: Gutiérrez Alcalá, Roberto. “El voto juvenil, entre lo racional y lo emotivo”. Gaceta UNAM, 30 mayo 2024, p 10, núm 5479. Recuperado de: https://www.gaceta.unam.mx/el-voto-juvenil-entre-lo-racional-y-lo-emotivo/

Si acuden a las urnas, los jóvenes definirán la elección del domingo

 Gaceta UNAM

Numero 5479

30 de mayo del 2024

Ciudad Universitaria

Ese segmento poblacional, de 18 a 29 años, aglutina a 26 millones, lo que representa el 27 % de la Lista Nominal de electores

El próximo 2 de junio los mexicanos mayores de 18 años –y registrados en el padrón electoral– podrán elegir a sus representantes para 20,708 cargos (629 federales y 20,079 locales), incluyendo la presidencia de la República, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional Electoral (INE).

En total, 98,422,731 mexicanos podrán participar del proceso. El grupo de edad más numeroso son los mayores de 65 años, quienes registran 12,953,580 potenciales votantes en la lista nominal. Después de ellos el “voto joven” aglutina, en el rango de 18 a 29 años, a 26,059,618 ciudadanos, esto lo convierte en una de las fuerzas a observar el día de la elección.

“Si así lo desean, podrían definir la elección”, comenta Karolina Gilas, profesora del Centro de Estudios Políticos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, quien destaca: “Los dos segmentos del electorado más importantes son justamente las personas jóvenes entre 18 y 29 años y las mayores de edad arriba de 65”.

La universitaria apunta que ese potencial de definir las votaciones “depende de los niveles de participación” de dicho segmento, algo que no está asegurado.

En su Estudio muestral de la participación ciudadana en las elecciones federales de 2018, el INE asienta que en dicho proceso electoral “los niveles más bajos de participación, o grupos con mayor abstención se observan en los rangos de edad de 19 a 34 años y de 80 o más”, y añade que, en comparación, “los más altos se ubican en el subconjunto del electorado de 60 a 74 años, con la intervención de más de 72 % de sus integrantes”.

“Considerando los resultados similares de la elección presidencial del año 2012, se puede apreciar que el patrón de comportamiento de la población votante por grupos de edad prácticamente no ha sufrido cambios […] lo que refleja estabilidad en la participación ciudadana en los grupos de 18 y de 40 hasta 79, pero con tendencias de mayor emisión del voto”, explica el análisis gubernamental.

¿Desean ir?

Para Karolina Gilas se observa, de manera general, que las juventudes “tienden a ser algo más reservadas en términos de la participación electoral que el promedio general de las personas en México, lo que nos haría pensar que quizá no necesariamente (desean votar); pero hay que distinguir el interés en la política en sí y su disposición a participar, que no necesariamente son lo mismo”.

“Creo que las juventudes en general, por supuesto que están interesadas en lo que pasa en el país, tienen opiniones, agendas que les son relevantes, pero con frecuencia no observan o identifican en las ofertas políticas existentes en nuestro país aquellas que respondan a esos intereses y a esas agendas”, argumenta.

Desde su experiencia académica distingue que las personas de menor edad experimentan actualmente “una especie de desencanto de las instituciones, de los partidos políticos, en los que no ven esas propuestas y personas que podrían quizá encabezar los temas que a ellos les parecen más relevantes”.

Redes sociales

Actualmente, en el país hay 74.15 millones de usuarios de TikTok mayores de 18 años, según datos difundidos por Kepios & ByteDance a inicios de 2024. Además, en el ámbito mundial, 71 % de los usuarios de esa red social tienen entre 18 y 34 años; por eso, una novedad de la presente campaña electoral fue el acercamiento de diversas figuras políticas a ella.

Sin embargo, señala Karolina Gilas, esto no significa que los candidatos incluyan en sus plataformas aquello que los jóvenes están buscando hoy día en la política.

“Muchos comentarios de mis estudiantes más bien apuntaban a que algunas candidaturas parecen no saber usar esas redes. Es decir, no terminan por conectar. La manera en la que las utilizan, cómo se comportan, los tipos de mensajes que producen no resuenan con ellos. Los ven acartonados, como quienes tratan de esforzarse por hablarles, pero no acaban de hacerlo. En ese sentido, ¿qué tan efectivas serán esas estrategias?”

A lo que concluye la universitaria: “la juventud percibe que no hay muchas propuestas dirigidas a ellas y a ellos. Que las agendas en las que se centran los partidos y cómo las articulan no son las que ellas y ellos están realmente esperando ni les inspiran salir a votar masivamente. Ahí creo que seguimos con esa incapacidad de la vieja política de hablarle a nuestras y nuestros jóvenes”.


Fuente: Pérez, Rafael. “Si acuden a las urnas, los jóvenes definirán la elección del domingo”. Gaceta UNAM, 30 mayo 2024, p 9, núm 5479. Recuperado de: https://www.gaceta.unam.mx/si-acuden-a-las-urnas-los-jovenes-definiran-la-eleccion-del-domingo/


martes, 28 de mayo de 2024

HASTA SIEMPRE...


 
La Dirección General de Incorporación y Revalidación de Estudios de
la UNAM, lamenta el sensible fallecimiento de la
Dra. María Dolores Zarza Arizmendi
Académica, ex Directora de la Facultad de Enfermería de la UNAM,
amiga de la DGIRE y guía para las escuelas incorporadas de Enfermería,
y se une a la pena que embarga a familiares, amigos y colaboradores
a quienes hacemos extensivas nuestras condolencias y afecto para
todos ellos.

lunes, 27 de mayo de 2024

Científicos crean cromosoma humano artificial que busca curar enfermedades


Gaceta UNAM

Numero 5476

20 de mayo del 2024

Ciudad Universitaria



El estudio realizado por investigadores de la Universidad de Pensilvania siguió una estrategia diferente a la usada en un trabajo previo, que presentó errores graves.



La comunidad científica debe adoptar una postura informada sobre este tema.


El trabajo realizado por el grupo de investigación de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, sobre la creación de un cromosoma artificial capaz de acomodarse en células humanas es un avance importante en el campo de la biología sintética; sin embargo, aún está muy lejos de materializarse como una solución a ciertas enfermedades, afirmó Alejandro Zentella Dehesa, investigador del Departamento de Medicina Genómica y Toxicología Ambiental del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO) de la UNAM.


Los cromosomas son grandes estructuras en las que se organiza nuestro genoma y, por ello, son esenciales en la evolución, pues determinan la herencia genética y el sexo. La capacidad de sintetizar o escribir cromosomas enteros o partes de ellos tiene el potencial de crear microbios, animales y células humanas con propiedades nuevas.


Sobre el artículo que contiene los resultados de los investigadores de la Universidad de Pensilvania, publicado el pasado mes de marzo en la revista Science, el académico universitario mencionó que si bien algunos medios de comunicación han sugerido que este avance es como ‘crear ya células inmunes al cáncer’, la realidad está aún distante.


El estudio actual siguió una estrategia diferente a la que se había usado en el trabajo previo para la construcción de un cromosoma artificial, el cual presentó errores graves, como una multiplicación descontrolada dentro de la célula, lo que detuvo las aplicaciones terapéuticas. Los cromosomas artificiales comenzaron a multiplicarse sin control, generando genomas “aberrantes”.


Manipulación genética

En el artículo publicado por Science (https://www.science.org/doi/10.1126/science. adj3566?adobe_mc=MCMID%3D25843968410940617573051215090892787148%7C MCORGID%3D242B6472541199F70A4C98A6%2540AdobeOrg%7CTS%3D1711024189) el resumen del editor menciona:


“Los cromosomas artificiales han sido vitales para la manipulación genómica en bacterias y levaduras, pero los sistemas en mamíferos han sido limitados. Se ha desarrollado un nuevo cromosoma artificial humano (HAC) que aborda problemas anteriores. Este HAC, con 750 kilobases, es más grande y puede albergar la cromatina necesaria para la herencia celular. Junto con mejoras en la administración celular, esto promete avances en la ingeniería cromosómica en mamíferos y otros eucariotas.”


El investigador de la UNAM nos lleva desde el inicio del estudio con los antecedentes, recordando que este campo se creó a partir de los años 70 con el propósito de rediseñar el material genético, no simplemente corregirlo, sino crearlo desde cero, de ahí el nombre de “biología sintética”.


“Podemos soñar con esto, porque ya tenemos toda la secuencia del material genético humano, lo entendemos como si fuera un libro, conocemos todas las letras, las palabras y sus páginas.”


En este sentido, el académico relata que se podría modificar el “nombre del protagonista del libro, pero está el problema que si cambio una letra, sé que inadvertidamente van a alterarse otras”. La solución fue no intercambiar una letra, sino todo un capítulo, es decir, introducir un cromosoma.


“No entraremos a corregir, es más, ni siquiera vamos a quitar el cromosoma que está mal, vamos a introducir uno que contenga la información correcta.”


Zentella Dehesa plantea la interrogante: ¿en qué tipo de terapia podría funcionar esto? Y se responde, pues en una donde el material genético tenga un error que cause que el producto de ese gen –que puede ser una proteína, una enzima o un receptor– no exista y no haya función.


De esta forma, la otra gran estrategia de la biología sintética fue decir “creemos, no corrijamos”. Dejemos la falla. “Eso tiene limitaciones, claro, habrá errores que no se puedan corregir; por ejemplo, cuando el error resulta en una ganancia de función, es decir, si un gen hace que una función se realice en exceso, como suele ocurrir en la mayoría de las células cancerosas”.


El investigador de la Unidad Periférica del IIBO ubicada en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, explicó: “El estudio se centra en identificar los elementos esenciales para crear vida, especialmente los genes. Investigaciones en instituciones como la Universidad de Pensilvania y el Instituto J. Craig Venter han sugerido que un organismo podría funcionar con sólo 470 genes, 50 menos de lo previamente estimado. Este hallazgo llevó al desarrollo del primer organismo sintético en laboratorio, demostrando la factibilidad de construir cromosomas bacterianos y generar vida artificial, una hazaña equiparada con un ‘Frankenstein’ moderno”.


Nuevas posibilidades

Zentella Dehesa aseguró que el avance en la creación de organismos sintéticos ha abierto nuevas posibilidades, como la manipulación genética para mejorar, curar enfermedades o desarrollar funciones inexistentes. Lo ejemplificó con los microorganismos que pueden ser diseñados para producir biocombustibles mediante la introducción de nueva información genética.


Agregó que se han creado bacterias y levaduras capaces de limpiar derrames de petróleo, mostrando el potencial de la biología sintética. Estos logros fueron los que impulsaron la idea de diseñar cromosomas humanos sintéticos, aprovechando el éxito previo en la generación de cromosomas bacterianos.


El entrevistado afirmó que en los ocho años de trabajo de 2016 a 2024, se lograron avances significativos en la inserción de largas secuencias de material genético en células mediante fusión celular, utilizando un cromosoma artificial llamado HAC. Sin embargo, surgió un problema grave: éste se replicaba en exceso en células humanas, generando hasta 20-30 copias no deseadas.


“Esto es preocupante ya que, a diferencia de los humanos que tienen sólo dos copias de cada cromosoma, esta sobreexpresión puede perturbar el equilibrio celular y facilitar el intercambio de material genético entre cromosomas, lo que posiblemente provoque anomalías y alteraciones en el funcionamiento celular. Es esencial mantener el material genético en su lugar adecuado para evitar efectos adversos.


Alejandro Zentella continuó con el relato del descubrimiento al destacar que se especuló que el comportamiento anómalo observado podría deberse a la falta de información sobre el centrómero humano en el cromosoma artificial.


“Ya que los cromosomas humanos y de levaduras difieren en tamaño, se reconstruyó el centrómero humano y se incorporó en la nueva versión del cromosoma artificial. Para garantizar su funcionalidad en la levadura, se indujo la expresión de proteínas asociadas al centrómero humano en esta célula. Este enfoque garantizó que el cromosoma artificial tuviera no sólo la secuencia adecuada, sino también el revestimiento normal del centrómero.”


Mencionó que, en este estudio de la Universidad de Pensilvania, se enfocaron en verificar que el cromosoma artificial ingresara correctamente, fuera estable, no se replicara en exceso, ni interfiriera con los cromosomas normales, y que los genes insertados fueran expresados de manera correcta. Esto evitó problemas como la sobreexpresión y aseguró la estabilidad del genoma artificial.


Zentella Dehesa comentó que este trabajo representa un gran avance en el camino hacia la terapia génica en humanos, específicamente en la construcción de cromosomas artificiales.



“Aunque es un avance significativo, todavía quedan muchos desafíos por superar para lograr una implementación efectiva, la introducción de cromosomas artificiales puede corregir problemas genéticos específicos, pero también plantea riesgos de desestabilización del equilibrio biológico.”


Hizo énfasis en que “el desafío principal radica en demostrar la seguridad a mediano plazo, de 10 a 20 años, de la introducción de información genética adicional en el organismo. Además, se debe garantizar la estabilidad de ésta dentro del sistema biológico, evitando que sea eliminada o neutralizada por la propia célula”.


Por otro lado, subrayó que, para enfermedades específicas, como deficiencias inmunes primarias, se necesita asegurar que la introducción de esta información genética beneficie a un gran número de células afectadas. “Esto plantea la necesidad de desarrollar métodos para expandir y mantener las células modificadas en el cuerpo a largo plazo, un desafío especialmente relevante en terapias como la inmunoterapia adoptiva para el cáncer”.


Reconoció que detrás de esta publicación de Science abordada por diversos medios de comunicación, hay un potencial económico significativo, evidenciado por tres nuevas patentes asociadas.


El doctor Zentella Dehesa planteó preocupaciones éticas en torno a la biología sintética, especialmente en países como México que carecen de un marco regulatorio sólido. Destaca la falta de un órgano regulador que supervise y controle las actividades en este campo, lo que podría permitir la realización de investigaciones no éticas o potencialmente peligrosas. Además, cuestiona hasta qué punto la intervención humana en la naturaleza, especialmente en la corrección de enfermedades, es éticamente justificable.


Existe el dilema de si eliminar enfermedades como el cáncer podría tener consecuencias no previstas para la población humana y para el equilibrio natural. Esta reflexión sobre los límites éticos y biológicos de la biología sintética es crucial, pero actualmente parece estar ausente en el debate público en México.


“La introducción de cromosomas artificiales puede corregir problemas genéticos específicos, pero también plantea riesgos de desestabilización del equilibrio biológico. Comprender estas complejidades requerirá tiempo y esfuerzo, pero es fundamental para garantizar un uso seguro y eficaz de la tecnología”, precisó.


Y concluye: “Es esencial que la comunidad científica adopte una postura informada y equilibrada sobre este tema, considerando no sólo los aspectos técnicos y clínicos, sino también las implicaciones sociales y éticas. Se destaca la importancia de la colaboración entre diferentes sectores, incluidas las universidades, la academia y las instituciones religiosas, para abordar estos desafíos de manera colectiva y responsable”.



Fuente: Ochoa, Carlos. “Científicos crean cromosoma humano artificial que busca curar enfermedades”. Gaceta UNAM, 20 mayo 2024, p 12, núm 5476. Recuperado de: https://www.gaceta.unam.mx/cientificos-crean-cromosoma-humano-artificial-que-busca-curar-enfermedades/#:~:text=Se%20ha%20desarrollado%20un%20nuevo,necesaria%20para%20la%20herencia%20celular.