miércoles, 10 de febrero de 2021

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER Y LA NIÑA EN LA CIENCIA 2021

 



 

Por: Sergio Artemio Guillermo Valentín

 

 


El 22 de diciembre de 2015, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), decidió establecer un Día Internacional anual para reconocer el rol crítico que juegan las mujeres y las niñas en la ciencia y la tecnología, a través de la Resolución A/RES/70/212 en la que “Se decide proclamar el 11 de febrero de cada año el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia”[i].

 

Con dicha resolución, se invitó a todos los Estados miembro y a todos los órganos e instituciones del sistema de Naciones Unidas, al sector privado, al mundo académico y a la sociedad civil en general, a que realicen la celebración de manera apropiada, a través de actividades educativas y dándole una importancia fundamental a la sensibilización pública. 

 

La finalidad de dicha celebración es lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas. Este Día es un recordatorio de que ellas desempeñan un papel sumamente importante en las comunidades de ciencia y tecnología y que su participación debe fortalecerse. 

 



 

Actualmente, en muchos países del mundo, existe una lucha ardua, debido a que en pleno siglo XXI, se les niega a las mujeres la participación en disciplinas como la tecnología, las ciencias o las matemáticas, sólo por mencionar algunas, de ahí la necesidad de concientizar a la población mundial en torno a dichas problemáticas.

 

El papel de la mujer en la ciencia, a través de la historia, ha sido crucial en el descubrimiento de grandes teorías, inventos y postulados en distintos campos como la medicina, la física, la tecnología, entre otras, y de lo cual, hoy la humanidad se sigue beneficiando Es preciso señalar que si bien un sinnúmero de mujeres dedicaron toda su vida a la investigación científica, en muchos casos, sus trabajos fueron acreditados a hombres, en una época donde la mujer sufría, - aún más - de censuras y limitaciones respecto a su labor.

 

En el mundo, actualmente, la incursión de las mujeres en la ciencia es del 30%, y en México este proceso ha sido más lento. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura(UNESCO), sólo ese porcentaje opta por estudios superiores dentro del campo de las ciencias exactas y naturales, tecnología, ingeniería y matemáticas.

 



 

La participación de las mujeres y niñas en la ciencia, al menos en el caso mexicano, deja mucho que desear. De acuerdo con Angélica Mendieta-Ramírez, el crecimiento demográfico de la población femenina en México no se corresponde con la proporción de mujeres investigadoras registradas en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI). 

 

En su fundación, en 1984, el SNI tenía 1,386 miembros, de los cuales 283 eran mujeres; es decir, 20.41% de los investigadores nacionales con los que se fundó el sistema eran mujeres. Treinta años después, en 2014, el total de miembros del SNI es de 21,359 investigadores y de ellos 7444 son mujeres que representan 34.85 % del total de investigadores nacionales. Dicho de otro modo, en treinta años de existencia del SNI el crecimiento fue de apenas 14.44%, lo que implica un crecimiento anual de 0.48 %. [ii]

 

Por otro lado, según datos de la ONU, a nivel mundial la matrícula de estudiantes femeninas es particularmente baja en tecnología de la información y las comunicaciones, con tres por ciento; ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, con cinco por ciento; y en ingeniería, manufactura y construcción, con ocho por ciento, ocasionando que su participación y visibilización sea menor en comparación con la masculina.

 

Si tomamos como referencia el estudio Cracking the code: Girls’ and women’s education in science, technology, engineering and mathematics (STEM)”, desarrollado por la UNESCO, encontramos que, al momento de decidirse a estudiar una carrera profesional, las mujeres prefieren las licenciaturas asociadas con educación, salud y ciencias sociales. Las ingenierías y las relacionadas con tecnologías de información y comunicación son las que menos demanda tienen por parte del sector femenino[iii].




 

Aunque el conocimiento no tiene género, socialmente se le ha asignado. En palabras de Norma Blázquez Graf, investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM, “en México hay avances, pero falta mucho; el mayor logro de los últimos 15 años es que las mujeres pueden estudiar una carrera y luego un posgrado, porque se ha invertido en becas, pero falta conciliar esta política con el campo laboral, porque no se han abierto plazas suficientes en nuevos centros de investigación o universidades donde ellas no queden rezagadas”[iv].

 

Por su parte, Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO en el marco de la celebración del 2020 mencionó que:

 

"Para hacer frente a los inmensos desafíos del siglo XXI –desde el cambio climático hasta los trastornos tecnológicos– nos hace falta la ciencia y toda la energía necesaria y, por ello, el mundo no puede privarse del potencial, la inteligencia y la creatividad de las miles de mujeres que son víctimas de desigualdades o prejuicios tan arraigados”. 

 

 



El año 2021, es en sí mismo un año de retos inconmensurables para la humanidad, pero no se debe olvidar que uno de los principales es lograr la igualdad de participación de las mujeres en la ciencia con respecto a los hombres. Una necesidad urgente ya que de acuerdo con las metas de la UNESCO se espera que hasta el año 2030 se alcance la equidad de género en desarrollo de tecnologías de información y comunicación.

 

La ciencia y la tecnología son grandes impulsores del cambio y de la mejora en el bienestar y en las expectativas de vida del ser humano, pero también de los demás seres que le rodeen. De ahí que, surja una necesidad doble, por un lado, de incorporar las visiones, perspectivas, creatividad y aportes que las mujeres como científicas y, por otro, fomentar la formación y educación científica en las niñas, desde la más tierna infancia. De esta forma se podría conseguir una equidad, lo que a su vez implicaría el romper con los estereotipos, después crear programas de apoyo y capacitar y sensibilizar a las autoridades responsables para tener mejores resultados en menor tiempo.

 

A continuación, te dejamos algunas de las actividades que prepara la Universidad Nacional Autónoma de México a través de la Facultad de Ciencias, la Facultad de Medicina, el Instituto de Ciencias Físicas y el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA), en el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, 2021.


No te las pierdas. 

 

 

 









[i] Naciones Unidas, Asamblea General, Resolución A/RES/70´7212

https://www.un.org/en/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/RES/70/212&Lang=S

[ii] Mendieta-Ramirez, Angélica, Desarrollo de las mujeres en la ciencia y la investigación en México: un campo por cultivar, 2015. 
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-54722015000100006

[iii] UNESCO, Cracking the code: Girls’ and women’s education in science, technology, engineering and mathematics (STEM)”, 2017.
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000253479

 

[iv] Dirección General de Comunicación Social (DGCS), Boletín UNAM-DGCS 117, 10 de Febrero de 2020.
https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2020_117.html







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