Por: Lizeth Monserrat Ramírez Espitia
Corría el año de 1921 cuando frente al Consejo Universitario, se presentaba una nueva propuesta para modificar el escudo y lema de la entonces Universidad Nacional de México; José Vasconcelos Calderón rector de la Universidad, exponía su visión de crear una insignia que tuviera el mapa de América Latina sostenido por un ave bicéfala, formada por el águila mexicana y el cóndor andino, cuyo apoyo serían los nopales y volcanes aztecas a sus pies. Por último, se encontraría enmarcado el mapa en el centro con el lema “por mi raza hablará el espíritu”. En ese momento se definía el inicio de la formación de identidad de la Universidad y, a un siglo de aquella fecha, recordamos de qué están hechos el escudo y lema de la UNAM.
¿Entonces de qué están hechos el escudo y lema de la UNAM? Del contexto histórico de una institución educativa y de todo un país; de fundamentos sostenidos en fuertes pilares de ideales y valores. Pero también están hechos del futuro al que inspiran, guiando desde cada documento, examen, edificio e incluso desde los satélites, barcos, libros y tantos más productos de la búsqueda del conocimiento que empujan a seguir avanzando. Están hechos del sentido de pertenencia que otorgó unidad con el pasado que ha formado todo lo que la UNAM representa hoy; pero también unidad con ese futuro que queremos alcanzar, inspirándonos a formar parte de la preparación del camino para próximas generaciones, comprometidos a lograr todo lo que hay que hacer para llegar a ese porvenir del que habla el espíritu de la Universidad y de México.
“Ambos son un emblema que refrenda una memoria viva y vigente, que amalgama nuestras raíces, reúne nuestros logros y anhelos, vislumbra el futuro que le da significado al alma universitaria con la que todas y todos nos definimos e identificamos.” Así se expresó el rector Enrique Graue Wiechers durante la ceremonia del siglo de aniversario de estos emblemas.
De qué más pueden estar hechos el escudo y lema de la UNAM, que unen bajo una sola identidad la diversidad de las voces de toda una comunidad desde el siglo XX. Tienen que estar hechos de cada una de esas voces, de la convicción de que la raza nuestra elaborará una cultura de tendencias nuevas, de esencia espiritual y libérrima, tal como lo advertía el boletín emitido por la Universidad un 27 de abril de 1921. Hoy celebramos la permanencia del escudo, del lema “por mi raza hablará el espíritu” que se extienden por 100 años, y sobre todo aplaudimos de qué están hechos los símbolos de la UNAM.
[i] Gaceta UNAM. Escudo y Lema, un siglo de identidad: https://www.gaceta.unam.mx/escudo-y-lema-un-siglo-de-identidad/
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