martes, 28 de septiembre de 2021

100 años de permanencia del escudo y lema de la UNAM

 

Por: Lizeth Monserrat Ramírez Espitia 

Corría el año de 1921 cuando frente al Consejo Universitario, se presentaba una nueva propuesta para modificar el escudo y lema de la entonces Universidad Nacional de México; José Vasconcelos Calderón rector de la Universidad, exponía su visión de crear una insignia que tuviera el mapa de América Latina sostenido por un ave bicéfala, formada por el águila mexicana y el cóndor andino, cuyo apoyo serían los nopales y volcanes aztecas a sus pies. Por último, se encontraría enmarcado el mapa en el centro con el lema “por mi raza hablará el espíritu”. En ese momento se definía el inicio de la formación de identidad de la Universidad y, a un siglo de aquella fecha, recordamos de qué están hechos el escudo y lema de la UNAM.



Fabio Moraga experto en el  trabajo de Vasconcelos, afirma que los elementos que observamos en el escudo representan la unión de los pueblos iberoamericanos. Fernando Vizcaíno Guerra investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), menciona también la unidad iberoamericana representada en el escudo, agregando que de igual manera se encuentra plasmada la defensa de su identidad y territorio frente al mundo anglosajón. Por su parte la frase “por mi raza hablará el espíritu” abrevia la ideología de la raza cósmica profesada por Vasconcelos, misma que enaltece la mezcla de las razas, es decir, el mestizaje en el cual el ex rector afirmaba radica la fuerza. También hay una apreciable carga de la teoría de Vasconcelos sobre el estado de florecimiento de la libertad, que se haría posible gracias a la mezcla de culturas, lo cual se expresa en el espíritu del que se habla en este lema que nos retumba aún un siglo después. 

“Imaginé así el escudo universitario que presenté al Consejo, con la leyenda ‘Por mi raza hablará el espíritu’, pretendiendo significar que despertábamos de una larga noche de opresión”, dijo José Vasconcelos sobre su visión para estos símbolos en la Universidad. Esta ideología  se legó como una dirección para guiar a sus tantos integrantes que a lo largo de un siglo han pasado fugazmente por ésta, la mayor casa de estudios, hoy llamada Universidad Nacional Autónoma de México. 

 

¿Entonces de qué están hechos el escudo y lema de la UNAM? Del contexto histórico de una institución educativa y de todo un país; de fundamentos sostenidos en fuertes pilares de ideales y valores. Pero también están hechos del futuro al que inspiran, guiando desde cada documento, examen, edificio e incluso desde los satélites, barcos, libros y tantos más productos de la búsqueda del conocimiento que empujan a seguir avanzando. Están hechos del sentido de pertenencia que otorgó unidad con el pasado que ha formado todo lo que la UNAM representa hoy; pero también unidad con ese futuro que queremos alcanzar, inspirándonos a formar parte de la preparación del camino para próximas generaciones, comprometidos a lograr todo lo que hay que hacer para llegar a ese porvenir del que habla el espíritu de la Universidad y de México.

 “Ambos son un emblema que refrenda una memoria viva y vigente, que amalgama nuestras raíces, reúne nuestros logros y anhelos, vislumbra el futuro que le da significado al alma universitaria con la que todas y todos nos definimos e identificamos.” Así se expresó el rector Enrique Graue Wiechers durante la ceremonia del siglo de aniversario de estos emblemas. 

De qué más pueden estar hechos el escudo y lema de la UNAM, que unen bajo una sola identidad la diversidad de las voces de toda una comunidad desde el siglo XX. Tienen que estar hechos de cada una de esas voces, de la convicción de que la raza nuestra elaborará una cultura de tendencias nuevas, de esencia espiritual y libérrima, tal como lo advertía el boletín emitido por la Universidad un 27 de abril de 1921.  Hoy celebramos la permanencia del escudo, del lema “por mi raza hablará el espíritu” que se extienden por 100 años, y sobre todo aplaudimos de qué están hechos los símbolos de la UNAM.